Off del Capítulo 17 "Ahora o Nunca" - Aliados




 Off Venecia:

Para los humanos la vida es una fiesta hasta que toman conciencia de la muerte. Cuando entienden que la existencia es un pequeño oasis entre la nada y la nada.


Descreídos en la eternidad de sus almas viven aterrados por la posibilidad del final, que los acecha. Ese terror a la muerte, esa angustia existencial hace que gasten enormes cantidades de energía en negarlo.

Convencidos de que son ese cuerpo que nace y muere, los humanos aprenden a vivir entre dicótomas: noche y día, luz y oscuridad, cielo e infierno, vida y muerte. La dicótoma no es parte de la naturaleza humana, sino que es la naturaleza humana, tienen en sí lo más sublime y lo más abyecto. No son malos o buenos, los humanos son ángeles y demonios.

La complejidad de los humanos radica en que todos tienen en si la capacidad de dar vida y la matar, la de amar hasta la muerte o vivir para odiar. Son el resultado de la lucha entre la pulsión de vida y la pulsión de muerte.

No es su culpa, esta en su naturaleza. Los atrae tanto como el cielo mas elevado como el mas profundo de los abismos.
Cada día en lo mas profundo de sus almas se da una batalla entre la vida y la muerte. Cada día sus pobres corazones se ven tironeados por fuerzas antagónicas.

Amar el costado luminoso de los humanos es fácil, amar su oscuridad es revolución. El destino es simplemente el resultado de esa guerra que se dan sus almas, entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte.

Hoy aprendí a tener compasión por los humanos. Ellos, sus cuerpos, son apenas el campo de batalla de una guerra eterna.

La experiencia humana es en si misma épica, una sucesión de batallas en las que lo mejor de ellos mismos lucha contra su parte mas densa. En la guerra entre la vida y la muerte, soldado que huye no sirve para otra guerra.
Amar cuando menos se lo merece es amar la oscuridad que proyecta la luz. La vida es luz y la muerte oscuridad. La vida es amor y la muerte necedad.

En esa guerra eterna y diaria, la luz, la vida, cuenta con un aliado poderoso, uno que la muerte desconoce, el amor. No es que el amor venza a la muerte sino que la trasciende. Cuando se ama se es inmortal.

La vida es un devenir entre luces y sombras. Y los humanos son equilibristas asustados que caminan por la cornisa entre la vida y la muerte.

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